llueveme...

grama verde bajo mi sombra,
una perdida pupila dibuja los grises matices de la mar de arriba,
bailan mis oscuros rizos al compas de una mano invisible,
una sonrisa se dibuja tras la sombra del jugueteo
de mi extension contra la nada,
y su viento que me acaricia,
me motiva a nadar al cielo,
y dejando mi cuerpo la delgaba alfombra que viste la tierra,
me sumergo en el gris de un nostalgico mar,
sobre su humeda cabellera que nace a mi,
me acaricia con su resistencia,
convocando sensaciones invisibles para mi realidad
hasta el momento en el cual,
naci de mi.

las horas se acostumbran a mi nueva forma,
la luz redibuja las matices, que crecen nuevas ante la realidad de un nuevo yo,
escalan las estigmas de una muerto sin vida.

entre los grises que me acarician con sus elegantes susurros,
entre las libertades de vida que unos labios femeninos otorgaron para mi,
so~ado hasta con la lengua,
tras desglosarme entre las infinitas siluetas de su sonrisa coqueta,
que conjuraba en mi, un efecto de nostalgia cumplida,
escudri~ando las necesidades de esta fria entidad que pronto,
pediria el calor como parte de sus nuevos sentimientos,
aun odie la luz, ama el calor que un ente no estrella le deja saborear en el solar de su piel,
mas se pierden los ojos en sombras y mas se suman las sienes a oscuros concrentares,
para dejar todo a las sensaciones mas que a lo que se ve,
antes de dejar caer esa mano,
atrevida que se interna en las oscuridades de la forma,
en las curiosidades que generan las cortinas de esos ropajes que exilian,
de la naturalidad.

tu sonrisa y mi sonrisa, se burlan en conjunto de las estupideces y la carencia de razones
de nuestro conversar,y ya no entiendo el contemplar de mis ojos, mas que con deseos furtivos,
de lograr incentivar coqueteria en la forma de tu sonrisa.

nado en el viento de ti, vivo en el frio de vos, y en las coquetas sonrisas de esas cosas que desgarran mi ropa para hundirme en vos, coquetosa rivera, coquetosa de vos.